Este
poema está dedicado a todos los que sacrificaron sus vidas, su porvenir, sus
sueños, esperanzas e ilusiones para ver grande a su Patria, soberana y libre de
las fuerzas extranjeras opresoras ¡Qué así sea!
El Soldado
Terminado el conflicto quedaron desahuciados.
Las armas silenciadas proyectaron dolientes
Una luz cegadora a sus cuerpos ardientes
Hasta que lo opacaron, para ser olvidados.
Era menos que nadie en la añorada Tierra.
Por la que sufriera tan horribles vejaciones,
No se toleraban
fracasos o inaniciones
Sobre todo, a los sobrevivientes de la guerra.
La gente lo
observaba con malsana indiferencia
Mientras el Tiempo ido diluía mi Esencia
¡Cual un maldito imbécil, arrastraba está
herida!
¿Quién
podría sospechar a un héroe de Malvinas?
Tras el hombre vendiendo sus cuadros en la*esquina.
…Y aunque casi hundió al Hermes*…! ¡Eso fue en
otra Vida!
Alejandro Campos.
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